¿Nunca has hecho una promesa con amigas que surge un día tomando una cañas y de las veces que la repites, se hace real? Pues eso mismo fue lo que pasó con este viaje. Cuba tenía que ser el destino con el que celebráramos el año de los temidos 30. Amigas de toda la vida, apasionadas de las escapadas y que a pesar de las circunstancias de cada una, siempre sacamos unos días al año para pasarlo bien en cualquier destino: playa, montaña, España o extranjero.
El viaje empezó a coger forma cuando aceptaron las vacaciones en los respectivos trabajos. Con la suerte de tener unos meses de margen, los vuelos tuvieron un precio muy asequible. Desde luego nos hubiera encantado hacer un viaje más largo, y una vez allí nos dimos cuenta que Cuba es para perderse semanas… pero mejor ir y absorber el máximo aunque fueran menos días, que quedarnos en tierra.
Antes de entrar en materia, os dejo por aquí unos tips para tener en cuenta antes de viajar a Cuba:
¿Visado?¿Seguro médico?
Mucha gente conocida que ya había viajado por allí nos dio los consejos básicos que necesitábamos saber antes de ir. El primero y principal para poder viajar es el seguro médico y el visado OBLIGATORIOS. Nosotras lo contratamos a través de https://onlinetours.es/
El precio para el visado fue de 22€ +9€ de gastos de envío (llegan a la dirección que solicites). El seguro médico nos costó 12€ por persona.
¿Itinerario para 7 días?
Como os contaba al principio, sólo disponíamos de una semana allí. Nos hubiera encantado visitar zonas como Cayo Guillermo o Trinidad, pero eso suponía invertir un tiempo en recorrer kilómetros que no teníamos. Así que optamos por la opción más cómoda y factible que era la combinación de La Habana (3 noches) con Varadero (4 noches). Como somos culos inquietos, le dimos nuestro toque aventurero… sigue leyendo que hay sorpresa!
Trayectos previamente coordinados
Tuvimos la grandísima suerte de conocer a Rigo, la mejor recomendación del viaje. Gracias a un conocido, que nos puso en contacto con él. Nos facilitó todo el viaje de principio a fin. Desde la recogida en el aeropuerto como la gestión de los diferentes trayectos que íbamos a necesitar durante la estancia allí. Los desplazamientos para un viaje como el nuestro eran necesarios tenerlos contratados previamente y dejar bien organizados tanto el recorrido como el coste de cada uno.
Internet y wifi… los enemigos de los adictos al móvil
Al llegar a la isla, debes olvidarte del uso del móvil como lo conoces hasta la fecha. El uso del wifi no es tan común como en otros países, por lo que si quieres hablar con tus amigos y familiares, has de hacerte con una tarjeta, la compañía nacional es ECTESA. El funcionamiento es algo peculiar: las tarjetas tienen un código de acceso que tienes que introducir y cuando te conectas, va restando minutos. Pero aquí viene lo bueno: no puedes conectarte siempre que quieras, tienes que localizar previamente una red wifi, estas se encuentran en algunos puntos de interés en La Habana (por ejemplo parques o plazas), lo detectarás con facilidad porque están bastante concurridas y la mayoría de la gente está con un móvil en la mano. En Varadero, la nuestra se situaba en el lobby del hotel.
En nuestro caso fue Rigo quién también nos facilitó la compra previa de tarjetas de internet para cada una. Pero podéis haceros con una de ellas con cierta facilidad una vez estéis allí.
Moneda y cambio
Lo primero que hicimos fue sacar dinero en efectivo, debido al poco uso que tienen allí de tarjetas de crédito. En mi caso, soy de Banco Mediolanum y hasta la fecha he podido sacar dinero en efectivo en todos los lugares a los que he viajado sin comisiones adicionales. En este viaje también contábamos con la tarjeta Bnext, por lo que no tuvimos ningún problema. En nuestro caso, sacamos dinero tanto en cajeros como en Cadecas (casas de cambio). Cambiamos euros por CUC . Aquí hay que tener un poco de cuidado con las dos monedas que hay en Cuba: el CUC (es el peso convertible) y el CUP (el peso cubano, con el que por ejemplo se pagan los salarios a los cubanos). Lo normal en zonas turísticas es pagar en CUC, pero si vas a restaurantes o tiendas que se encuentran en zonas más locales, podrán devolverte el cambio en CUP, el cual tiene un valor inferior. No pasa nada si eso os ocurre, simplemente estad atentos para usarlos posteriormente en lugares que sí los acepten.
El cambio actual está a 1€ = 1,09CUC y 1CUC equivale a 26,5CUP
¿Dónde alojarse?
Si realmente quieres sentir la experiencia cubana, es imprescindible que aproveches los días en La Habana para poder alojarte en casa de una familia local. En nuestro caso Casa Victoria, fue un acierto total. Un matrimonio que llevaba hospedando a turistas años y que nos trató como si fuéramos su propias hijas. Ellos vivían justo en frente de la casa de hospedaje lo cual nos daba intimidad y seguridad (todo ventajas!). Por las mañanas nos preparaban desayuno típico cubano (y muy abundante) y seguimos muchas de sus recomendaciones. La ubicación era perfecta, ya que se encontraba paralela al Malecón y tanto La Habana Vieja como La Avenida 23, se situaban a un paseo agradable. El precio para 5 personas, 3 noches fue de 150€.
LLEGAMOS A LA HABANA…
Aterrizamos sobre las 20h, ya entrada la noche, por lo que fuimos directas al alojamiento. (30 CUC el trayecto, os iré dejando algunos precios orientativos para que tengáis referencias).
Aprovechamos para descansar y evitar el jet lag del viaje. Nos esperaban dos días intensos para descubrir La Habana.
DÍA 1:
La Habana Vieja: esa postal de casas coloridas, vida en las calles, coches extraordinarios y sonrisas en todas las caras que te encuentres.
Dada la cercanía al Malecón, decidimos empezar el paseo por ahí. A los 15 minutos aproximadamente, llegamos a la altura del Castillo San Salvador de la Punta, donde ya sonaba el son cubano en algunos pequeños grupos de paisanos.


Cogimos el Paseo de Martí, también conocido como el Paseo del Prado, una gran avenida que cruza toda la Habana Vieja y te surte de arte, arquitectura y cultura por los cuatro costados. Nos dejamos llevar por el flow cubano, así que a la altura de la Plaza del Cristo, callejeamos siguiendo una charanga al más puro estilo Carnaval de Brasil (cabezudos, gigantes, bombos…).
Íbamos parando en aquellos lugares que nos «decían algo», tomar mojitos, bailar, descansar, reír… A pesar del calor, de la cantidad de kilómetros que hicimos, se hizo fácil. Nos perdimos por calles con encanto, por rincones con personalidad.
Por supuesto, no descuidamos los sitios conocidos como «Bar Floridita», «La Bodeguita del Medio», la «Plaza de la Catedral» (lugar donde se encuentran las famosas habaneras cubanas con puro y turbante) o «La Catedral de La Habana». Como curiosidad, hay que mencionar que en ella estuvo enterrado Colón. Subimos a la terraza del «Hotel Ambos Mundos», tiene unas vistas completas de La Habana Vieja, música en directo y una brisa que es de agradecer. Hicimos una pequeña parada técnica en el «Parque Cervantes», ya que era uno de esos lugares con wifi en el que mandamos nuestro primer saludo a España «un hemos llegado y estamos bien» para continuar con la ruta.
Descubrimos lo que para los cubanos son «los tiburones»… estábamos avisadas y que quede claro que La Habana es un sitio MUY seguro, pero bien es cierto que la combinación de chicas jóvenes con atuendo veraniego y grupos de hombres tranquilotes viendo pasar la vida, no resulta igual de atractiva para las dos partes. Insisto, no hay que tener miedo, sólo cierta tolerancia a escuchar piropos subidos de tono.
Ahora si, la gran recomendación si queréis comer en un sitio local es el restaurante «Donde Adrián». Está situado entre las calles Colón y Refugio, la zona está un par de calles alejadas de las turísticas, pero merece la pena ir. Realmente barato, muy abundante y comida riquísima. El interior del sitio es muy pequeño, lo mejor es ir sin prisa, esperar la fila mientras tomas unas cervecitas frescas que te sirven a través de una ventana. Nos recomendaron pedir ropa vieja (comida típica), bistec, cerdo y pollo. Y si, lo probamos todo!

Por la tarde-noche, cambiamos de rumbo: nos dirigimos hacia la Avenida 23, zona conocida por su vida nocturna. Improvisamos el paseo, ya que cualquier rincón es apropiado para cenar o tomar algo. Nos dedicamos a disfrutar lo que quedaba de día sin prisas pero sin pasarnos de hora, ¡el día 2 se presentaba lleno de movimiento!
DÍA 2:
Contratamos un tour con Rigo por La Habana (rondó los 40 CUC). La ciudad es bastante amplia y hacerlo con coche ahorraba mucho tiempo para poder ver el máximo de cosas pendientes que nos quedaban. La ruta consistió en hacer 4 paradas:

Fusterlandia: en el barrio de Jamainitas, a las afueras de La Habana, se sitúa una de las mejores sorpresas del viaje. También conocida como casa Fuster, Fusterlandia (como se conoce coloquialmente) es una obra de arte en sí misma. El artista José Antonio Rodriguez Fuster, inspirado principalmente en Gaudí, fue decorando el barrio con mosaicos de colores, que recrean una escena peculiar allá donde mires. Además se puede visitar su casa taller, donde se concentra toda su creatividad y origen de su maestría.



La plaza de la Revolución: la gran explanada que alberga el monumento a José Martí; el mural de la silueta de la cara de Che Guevara con su famosa frase «Hasta la victoria siempre»situado en el Ministerio del Interior; y el edificio de telecomunicaciones con otro rostro importante cubano: Camilo Cienfuegos, otro héroe para los cubanos, en este caso la frase que acompaña el restro es «Vas bien, Fidel» motivo por el que muchos han llegado a confundir su retrato con el de Fidel Castro.

El Hotel Nacional de Cuba: sin duda uno de los lugares con más elegancia y clase que visitamos.
A pesar de ser un hotel, en el que de hecho se han alojado personajes públicos importantes, sus instalaciones se han convertido en uno de las atracciones más turísticas de la ciudad. Pudimos pasear por las zonas públicas tanto del interior como de los jardines, fotografiar la zona y disfrutar de las vistas al Malecón.
Alberga historia como protagonista en la crisis de los misiles que hubo entre EEUU, Cuba y la URSS, cuando casi estalla una guerra. De hecho uno de los atractivos es el tour de los misiles.
Como dato que pueda ser de interés, mencionar que tiene su propia cadeca para poder cambiar o sacar dinero.


Almacenes San José Artisans’ Market: Se tratan de unas instalaciones enormes con todo tipo de souvenirs tanto en variedad como en precio. Si tienes pensado darte algún capricho, o llevar algún recuerdo, este es el lugar. A mi personalmente me enamoraron los cuadros.
Nos despedimos de Rigo hasta la noche y fuimos andando hasta el Restaurante «Los Nardos», comida rica a precio asequible, pero a nuestro gusto el menú es demasiado internacional. Todas las guías lo recomiendan, pero yo os diría que si vais tan pocos días como nosotras, aprovechéis para comer en sitios locales. A la salida del restaurante se encuentra el Capitolio. Como su nombre indica, está inspirado en el Capitolio de EEUU. Cerca se sitúan el Gran Teatro de La Habana y Hotel Inglaterra, este último conocido por las reuniones donde parece que se consolidaron las ideas de la revolución.
Para cerrar la estancia en La Habana, no podía ser de otra manera que visitando La fábrica de arte cubano. Se trata de un multiespacio dedicado a la cultura. Una de las recomendaciones más acertadas, ya que nunca había disfrutado de un lugar así anteriormente.
¿Qué que tiene de especial? Sin duda el formato: sus salas laberínticas te llevan a ambientes completamente antagónicos pero con un hilo conductor común: el arte . En nuestro caso disfrutamos de una obra de teatro, un par de exposiciones de cuadros y fotografía, un concierto cubano en vivo, una sala con música electrónica, otra con música comercial… en resumidas cuentas: algo original y único que debe ser visita obligada en tu viaje a Cuba.

DÍA 3:
Ruta del día 3: Mirador de Bacunayagua – Cueva Saturno en Matanzas – Hotel en Varadero (el precio total del viaje fueron 140 CUC). Partimos el viaje temprano, ya que la intención era poder llegar a comer al hotel en Varadero.

Como todo hijo de vecino, hicimos la parada OBLIGATORIA en el famoso Mirador de Bacunayagua. Sí, lo habréis escuchado alguna vez y sí, tienen la mejor piña colada del mundo. Un chiringuito con música en directo (como veis esto no falla) y unas vistas espectaculares al Valle de Yumurí y al puente más alto de Cuba (más de 100 metros).

La siguiente parada: La Cueva de Saturno. A mi me pareció una verdadera maravilla. Tiene aparcamiento en la entrada y por 5CUC puedes acceder a la cueva y darte un baño en sus aguas cristalinas. La sensación es curiosa, moverte entre estalactitas y estalagmitas, en zonas oscuras que no ves el fondo, en otras tan claras que puedes ver perfectamente la vida marina… desde luego, no deja indiferente. ¿La temperatura del agua? Pues hombre… dado que no le da el sol en ningún momento, es de esperar que no sea agua templada, pero con el contraste de temperatura del exterior, apetece mucho refrescarse. Además cuenta con vestuarios y duchas, justo lo que necesitas para cambiarte el bañador y continuar la marcha.
A la hora más o menos prevista, llegamos al Hotel: Be Live Experience Varadero En cuanto a las instalaciones, en función calidad- precio, nos pareció buena elección. Rondaron los 1589€ para 5 personas, 4 noches (en dos habitaciones amplias).
Como podréis imaginar, el resto del día lo dedicamos a investigar el hotel, descansar, tomar el sol y hacer uso de la pulsera del todo incluido!
DIA 4:
Nuestra idea una vez llegáramos a Varadero, era combinar las excursiones con el relax. Poder aprovechar dos días en las instalaciones, la playa, las actividades propuestas por la animación dle hotel, la discoteca del mismo, etc.
Así que el día 4 y el día 6 fueron los elegidos para esto, para nuestra mala suerte el primer día de nuestra paradisiaca vida, se vio truncado por una tormenta tropical que duró todo el día y que inundó todas las zonas comunes. Descansar, descansamos… a la fuerza.
DIA 5:
El nicho fue la primera de las excursiones. El trayecto de ida y de vuelta es de unas 3h 40 min cada uno. Salimos a las 8 de la mañana, y primeramente pasamos por Cienfuegos. Es una pequeña ciudad fundada por colonos franceses con una estética arquitectónica de la época al más puro estilo neoclásico). Dimos una vuelta por el parque central de la ciudad, el Boulevard, hasta llegar al malecón de Cienfuegos. Fue una visita rápida, todavía nos quedaba la mitad del trayecto hasta llegar al Nicho.
Se le conoce también como «el parque de las cascadas», es realmente bonito. Naturaleza virgen es estado puro. Anduvimos por los caminos para disfrutar del recorrido completo y nos bañamos en las pozas de aguas cristalina (solo para valientes). En cuanto a si tomamos una buena decisión con la visita, la respuesta es no. ¡Ojo!, es un sitio espectacular, pero pasar 8 horas de un día en un coche para poder disfrutar tan poco tiempo, no creo que merezca la pena en un viaje como el nuestro. Es un destino que recomiendo solo si tienes «tiempo de sobra».




DÍA 6:
Confiamos en el Karma, y tras el desastre que nos trajo dos días antes, nos lo devolvió con un soleado y divertido día 6. ¡Lo mejor siempre para el final! Playa, sol, barquito, bailes, junk food, y por supuesto… los famosos cuba-libres (que no dejan de ser ron con coca-cola, pero os aseguro que allí saben diferente).
Solo nos quedaba preparar la maleta de vuelta y disfrutar de la última noche.
¡MUY IMPORTANTE! Protección solar del 50!!! Como habréis ya leído en blogs y muchos de vosotros seguro que comprobado en alguna ocasión, en el Caribe el sol engaña. Y si… alguna tuvo pequeños recuerdos en forma de quemadura que se trajeron a España.

DÍA 7:
Aprovechando que nuestro vuelo salía a las 22h, organizamos una última excursión a la Cienaga de Zapata. Todo un acierto. El viaje desde el hotel a la Península de Zapata (todo el día) y de vuelta al aeropuerto fueron 140CUC.
El área de la Ciénaga es un ecosistema pantanoso con diversos puntos de interés que no te puedes perder. Nosotras cogimos la ruta en lancha rápida por las lagunas hasta llegar a la Aldea Taína. Es una réplica de cómo era la vida de los habitantes precolombinos. Hay diferentes esculturas, caminos de madera, replicas de sus cabañas, incluso una representación de los rituales de la época. Una visita muy original, en un entorno diferente.
Después visitamos el criadero de cocodrilos. Debido a las condiciones meteorológicas de la península y sus tierras fangosas, es un hábitat perfecto para su reproducción y crecimiento. Muy lejos de parecer un sitio donde exponen animales, el criadero es un verdadero ejemplo de amor por la naturaleza y por conservar las miles de especies que posee la isla. El territorio en su conjunto tiene unos 600km cuadrados. Todas las especies están atendidas por profesionales que son quienes los incorporan con el resto cuando llegan a la edad y desarrollo adecuado.

Nos pasó algo peculiar, y es que tuvimos mucha suerte con todas las personas que conocimos, pero este último día, la persona que se encargaba de los desplazamientos, insistió en llevarnos a comer a un lugar determinado a pesar de que le propusimos otras recomendaciones. Fue una de las comidas más caras del viaje, (es cierto que comimos cosas muy exóticas como era tortuga o cocodrilo) pero el precio fue realmente desorbitado… ya nos olíamos algo raro, y efectivamente, nos dimos cuenta que parte del beneficio fue para él.
Con esto solo deciros que por desgracia en cualquier lugar hay personas que se intenta aprovechar del turista, por suerte es muy difícil encontrar este tipo de gente en Cuba, pero como veis, no imposible! No obstante, sin duda alguna de Cuba me quedo con su gente, con su alegría de vivir tan pura, con su generosidad y su espítiru!
En definitiva el viaje salió tal cual lo esperábamos, superó expectativas y nos enseñó mucho de un lugar que pensábamos que conocíamos. No cambiaría nada, incluso esaos pequeños contratiempos que habéis leído más arriba forman parte de la aventura.
Mis imprescindibles si viajas a Cuba son: La Habana Vieja, Casa Fuster y La Ciénaga de Zapata (porque doy por hecho que el baño en el Caribe lo tendrás).
Espero que os haya gustado y os pueda servir de ayuda para organizar el vuestro si elegís este destino.

